En Estados Unidos, nos definimos en el superlativo: somos el país más grande, más fuerte y más rápido del mundo. ¿Es de extrañar que tantos de nuestros héroes consuman drogas para mejorar el rendimiento? El director Christopher Bell explora la cultura de ganar a toda costa de los Estados Unidos al examinar cómo sus dos hermanos se convirtieron en miembros de la subcultura de esteroides en un esfuerzo por hacer realidad su sueño americano.