Enganchados por completo a la heroína y a ellos mismos, la relación entre Christiane y Benno empieza a tambalearse. Para poder pagarse su adicción, Christiane, Stella y Babsi hacen la calle. Una noticia espantosa deja al grupo de amigos en shock y Karin al fin se da cuenta de que su hija es drogadicta. Ayuda a Christiane y a Benno a retomar su vida normal.